lunes, 19 de marzo de 2012

Sorprendentemente humano

Lunes de marzo se va de nuevo y sin darme cuenta

silencio encuentro.

Dentro de un tiempo nomas aquella estela tendré,

la que no deja ver mí corrompido dolor.

No te desprecio bella alma; en cambio, si defenestro mi féretro final,

aquel que da inicio a tu libertad, el que pone fin a mi libertinaje.

Pero ahora me preocupo por el ruido de los autos y el precio de los subtes.

Soy tan simple, soy humano. Una pena.

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