Lunes de marzo se va de nuevo y sin darme cuenta
silencio encuentro.
Dentro de un tiempo nomas aquella estela tendré,
la que no deja ver mí corrompido dolor.
No te desprecio bella alma; en cambio, si defenestro mi féretro final,
aquel que da inicio a tu libertad, el que pone fin a mi libertinaje.
Pero ahora me preocupo por el ruido de los autos y el precio de los subtes.
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