sábado, 6 de junio de 2009

Madera podrida

Me cocino lentamente en el horno como un pez nada hasta el final,
Liberando el miedo espacial, el subsistir inútil al abrir los ojos.
Trato de no derramar sangre cada vez que falta comida, que no hay salida
Sin alimentar mi camino inesperado de bienestar superfluo, infierno adentro,
Calles desesperanzadas de almas góticas y pequeños tentempiés de diablos.
Cuchillos que caen en mi cabello, rebotando y destrozándome.
Me arrodillo lentamente sobre las brasas ardientes pidiendo conformarme,
Viendo roer mi piel, metiendo mi boca bajo la bufanda para cubrir mis gestos.
Quizás sea así el comienzo, no se porque no me resigno en este circulo inconstante
De aventuras perturbantes y aliviantes que se drenan ahí, en lo mas bordo, y sigo en pie
A pesar de estar sentimentalmente asesinado como un regalo al ser rechazado.

1 comentario:

Gulabick dijo...

Muy bueno Bra, seguí así que cada día escribís más lindo loco...

Un abrazo enorme, Linkin